Ser autónomo es una alternativa habitual para constituir una empresa. Sin embargo no todos los autónomos tienen que tener una empresa, ni comparten las mismas características.
España es un país formado principalmente por pequeñas y medianas empresas, y es habitual que estén gestionadas por un autónomo. Lo que implica que el número de autónomos de España sea elevado.
Sin embargo, la figura del autónomo sigue generando incertidumbres y dudas en torno a sus responsabilidades y derechos. Para empezar vamos a enumerar qué procesos implica la obligatoriedad de hacerse autónomo y cuáles no.
Ser autónomo en España
En el momento de constituir una empresa, una de las mayores complicaciones es seleccionar la forma jurídica. Las posibilidades son amplias y se van adaptando a las necesidades de cada negocio. En este caso, nos vamos a centrar en la forma jurídica de autónomo.
Empezamos enumerando algunas ventajas e inconvenientes de esta forma jurídica.
Ventajas e inconvenientes de ser autónomo
Una de las ventajas principales de ser autónomo es la posibilidad de realizar todos los trámites rápidamente, ya que existe la posibilidad de constituirse como autónomo en un solo día. Además hay que tener en cuenta que no obliga a realizar un desembolso monetario y se tributa a través de IRPF, una forma más sencilla que hacerlo mediante el impuesto de sociedades.
La principal desventaja es la responsabilidad que conlleva. Los autónomos responden con su patrimonio personal. Lo que implica, que en el caso de tener que responder con los bienes personales, podría incluir la vivienda o cualquier otro bien, presente o futuro, independientemente de la naturaleza que sea. Conseguir financiación para autónomos es otra traba con la que lidian los autónomos a diario. Más adelante profundizaremos en este tema.
Hay algunas situaciones que obliga a hacerse autónomo, sin embargo otras solo es recomendable, a continuación te enumeramos varias de las situaciones más habituales.
¿En qué casos hay que hacerse autónomo?
Estas son algunas de las situaciones más habituales que requiere formalizarse como autónomo:
- Realizas un trabajo de manera habitual, por pequeña que sea la actividad, si recibes ingresos de manera lucrativa es obligatorio que legalices tu situación. Para estos casos, puedes optar por la tarifa plana de 50€.
- Profesiones liberales, son aquellas situaciones que se recibe una remuneración y no un salario convencional. Se caracterizan por ofrecer servicios donde implica una técnica o conocimiento que se haya adquirido a través de una educación superior.
- Trabajar para un familiar, para trabajar para un familiar hasta segundo grado de consanguinidad de manera legar hay una modalidad de autónomos especialmente pensado para ello, autónomo colaborador.
¿En qué casos conviene hacerse autónomo?
Existen otras situaciones, que aunque no lo obligue la ley, existe un consenso generalizado donde la mayoría de expertos recomiendan hacerse autónomo. Esto es en las primeras etapas de actividad, es decir, para testar el negocio. Al comienzo de la actividad es mejor no asumir mucho riesgo ni costes. Esto no significa que siempre tenga que ser así, pero para probar la viabilidad del negocio es la manera más sencilla. Por eso hacerse autónomo es una opción ideal para comenzar un negocio, posteriormente puedes cambiar la forma jurídica si tu negocio crece o planeas una expansión.
Financiación para autónomos
Como ya hemos mencionado anteriormente, la accesibilidad a la financiación puede implicar más dificultades para un autónomo que para una sociedad. Sin embargo con las posibilidades actuales, este problema desaparece.
A través de MytripleA un autónomo puede conseguir dos productos de financiación. Los préstamos y el factoring para autónomos. Te los explicamos.
Préstamos para autónomos
Los préstamos de MytripleA pueden solicitarse por cualquier autónomo con un tipo de interés desde un 2% anual y con un plazo de hasta 7 años con un importe mínimo de 50.000€.
MytripleA Préstamos trabaja con diferentes Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) que pueden aportar el aval que necesitas para financiar tu negocio. Además no requiere contratar productos adicionales y no tiene comisiones por amortización.
Anticipo de facturas
Como autónomo también puedes acceder a financiar el circulante de tu actividad, mediante factoring. La única condición es que tu cliente sea factorizable. El factoring es un instrumento de financiación que utilizan las empresas para poder anticipar el cobro de sus facturas mediante la venta de los derechos de cobro de dichas facturas. De este modo, las empresas, o en este caso los autónomos, obtienen financiación a corto plazo a cambio de pagar un tipo de interés a los cobradores de esas facturas.
El tipo de interés se sitúa, generalmente, entre el 1 y el 7%, el plazo de cobro de las facturas está entre 30 y 270 días y con un importe mínimo de 3.000€.
Infografía: ¿Cuáles son los beneficios de la financiación para autónomos en MytripleA?
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