La gestión de cuentas por pagar y el confirming como solución

La gestión de cuentas es una cuestión complicada para las empresas en la situación actual. Una adecuada planificación resulta primordial con el objetivo de garantizar un balance de gastos e ingresos. En este artículo te damos las claves para implementar nuevas técnicas en esta línea, como el confirming.

Cuentas por pagar

Las cuentas por pagar son un proceso natural e intrínseco a las empresas que aumenta conforme lo hace su volumen de operaciones. Están vinculadas a las deudas que contrae de modo automático cada vez que recibe la mercancía de un proveedor. Obviamente, este es un proceso necesario para efectuar las transacciones con los clientes.

Entonces, ¿dónde está el problema? Lo encontramos en el momento en el que quien proporciona las materias primas se convierte en acreedor. Nuestra compañía pasa a ser, por tanto, deudora de una cantidad cuyo pago está vinculado a que nuestros clientes abonen sus facturas. El conflicto surge cuando no lo hacen, y siempre cabe la posibilidad de que venzan sin cobrarse.

Gestión de cuentas por pagar

Durante los últimos años, hemos comprobado cómo las deudas empresariales se vuelven inasumibles cuando no se dispone de un colchón que respalde la obtención de bienes y servicios, cuando ya hay un capital pendiente de pago. La coyuntura económica complica su generación, así que conviene buscar nuevas fórmulas.

Hay empresas que optan por la gestión de cuentas en ERP. Sin embargo, el problema es que esta plataforma solo ayuda a controlar lo que falta por pagar. ¿Qué hacemos para abonar todo lo que está a punto de reclamarse? En este caso, las soluciones convencionales no suelen servir y es urgente buscar otras nuevas antes de que afecten a la rentabilidad.

Confirming

Una estrategia que ha demostrado ser efectiva y rápida al mismo tiempo es el confirming. Consiste en ceder la responsabilidad financiera sobre la deuda a una entidad crediticia. Recibimos el dinero y, a la vez, quedamos exentos de reclamarlo a nuestros deudores, que dejan de serlo automáticamente.

Está planteada para el corto plazo, dado que luego habría que equilibrar esa entrada de ingresos con los pasivos existentes. Por lo tanto, es ideal para quienes no están dispuestos a poner en juego su patrimonio ni su capacidad de tomar decisiones en la compañía. Esto último sucede, por ejemplo, con la financiación dilutiva, en la que se ceden participaciones.

El nuevo acreedor es quien debe hacerse cargo de la gestión, y esta brecha económica (por denominarlo de algún modo) sale de nuestras cuentas por pagar. Esta pretende ser una vía de escape ante la posible acumulación de facturas que no hemos abonado a los proveedores, tanto de productos como de servicios.

Queda patente cómo el confirming es una solución idónea para analizar el estado financiero del negocio y determinar su viabilidad. Lo hace, además, con previsiones más precisas en el medio plazo que otros medios similares. Después de aplicarlo, la financiación asumida por particulares es una de las vías con mayor éxito, igual que el factoring. ¡Descúbela y solicítala en MyTripleA!

Alba Garcia

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