El anticipo de facturas es uno de los métodos más recurrentes por parte de las empresas para poder cobrar sus facturas de manera anticipada al cobro establecido en la fecha de vencimiento, y así poder tener liquidez para desarrollar su actividad.
En muchas ocasiones las facturas pueden estar con un vencimiento de 30, 60, 90 o hasta 120 días, lo que significa que el vendedor no cobrará por su material o servicio vendido hasta llegar la fecha de vencimiento, lo que puede ocasionar grandes problemas de tesorería para la empresa.
Ante el desfase temporal que se produce en estas ocasiones entre el servicio realizado por la empresa y el cobro de éste a través de la factura, muchas empresas optan por la opción de un anticipo de facturas. Esta opción les permite disponer de su dinero con la única contraprestación de un tipo de interés ajustado a la operación.
Para que quede más claro el funcionamiento de un anticipo de facturas, vamos a intentar describirlo mediante un ejemplo práctico.
Ejemplo
Suponemos una empresa que se dedica a la venta de bolígrafos al por mayor, en este caso tomará el lugar del cedente en la operación. Esta empresa ha vendido bolígrafos por importe de 10.000 € a una papelería, el pagador, que se dedica a la venta al por menor de su material. La operación se documenta en una factura que tiene su vencimiento a los 120 días desde su venta.
El cedente, vendedor, ante tener que esperar 4 meses para el cobro de la factura y la necesidad de disponer de liquidez para realizar funciones de aprovisionamiento, decide recurrir al anticipo de facturas. La entidad tras estudiar las condiciones de la solicitud, acepta poder realizar el anticipo de la factura y establece un tipo de interés para la operación.
Ahora el procedimiento sería el siguiente; la entidad adelanta al instante el 80% del montante total descontando los intereses establecidos al cedente, es decir, algo menos de 8.000 €. En el vencimiento, el pagador, deudor de la factura, tiene la obligación de pagar el importe total de la factura, los 10.000 €, a la entidad, ya no al vendedor. En este caso, tras haber cobrado el total de la factura, la entidad procede a la devolución de los 2.000 € restantes al cedente o vendedor.
Con este ejemplo hemos querido ilustrar el funcionamiento de un anticipo de facturas que, para resumir, supone una operación muy rápida y sencilla en la que intervienen tres agentes:
- Cedente o vendedor
- Pagador o cliente
- Entidad
Este mecanismo ayuda a las empresas a obtener liquidez para su actividad empresarial sin tener que esperar al vencimiento de las facturas que puedan limitar su objeto principal de negocio.
Si quieres conocer más sobre el factoring, te aconsejamos leer nuestro post qué es factoring.
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