Arrendamiento en sentido general, según la definición contenida en la norma 8.ª del PGC 07, “es cualquier acuerdo, con independencia de su instrumentación jurídica, por el que el arrendador cede al arrendatario, a cambio de percibir una suma única de dinero o una serie de pagos o cuotas, el derecho a utilizar un activo durante un periodo de tiempo determinado, con independencia de que el arrendador quede obligado a prestar servicios en relación con la explotación o mantenimiento de dicho activo”.
Dentro de arrendamiento se puede diferenciar entre arrendamiento financiero o leasing y arrendamiento operativo o renting.
¿Qué es el arrendamiento operativo?
El arrendamiento operativo, que es el término que nos ocupa, es un contrato mercantil mediante el cual el propietario de un activo transfiere el derecho de uso a otra persona a cambio del pago de un canon periódico.
¿En qué se diferencia el arrendamiento operativo del arrendamiento financiero?
Es muy común confundir un arrendamiento financiero con un arrendamiento operativo.
El leasing o arrendamiento financiero, es un contrato que se realiza tras la adquisición de un inmovilizado, donde las condiciones económicas incluyen la transferencia de todos los riesgos y beneficios provenientes de la propiedad sobre el que se realiza el contrato. Esto sucede cuando no existen dudas de que la opción de compra final se va a realizar, ya sea porque es cero o porque se incluya en el precio total, o cuando, al final del periodo de arrendamiento, se transfiere totalmente el activo o dicho plazo cubre la vida útil del mismo.
Sin embargo, el renting o arrendamiento operativo es un contrato mercantil que se lleva a cabo por un tiempo y por un precio determinado. Es muy parecido a un alquiler común. Además, el suscriptor del renting contrata una serie de servicios complementarios como asistencia técnica, mantenimiento, seguros, sustitución, etc. Se suele utilizar en bienes que sufren una rápida depreciación como los bienes tecnológicos.
Ejemplo de un arrendamiento operativo
Un ejemplo de arrendamiento operativo sería el contrato para la adquisición de un vehículo por un tiempo determinado, mediante el pago de una cuota fija periódica que incluye todos los servicios necesarios.
En este caso, la propiedad del coche es de la empresa que lo suministra y el cliente tiene el derecho a utilizarlo sin tener que preocuparse por otros costes asociados de gestión y mantenimiento y sin tener que estar obligado a su adquisición al final del contrato de renting.
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