La demanda interna de un país es un indicador que mide el gasto en consumo, bienes y servicios e inversión que llevan a cabo el sector público y el sector privado en una economía durante un período de tiempo determinado.
¿Cuáles son los componentes de la demanda interna?
La demanda interna está compuesta por el Consumo (C), el Gasto (G) y la Inversión (I).
Consumo: Comprende la totalidad del consumo que realizan las familias: alimentos, ropa, alquileres de viviendas, suministros, salud, ocio, etc. exceptuando la compra de viviendas nuevas.
Gasto: Recoge los gastos que llevan a cabo las Administraciones Públicas de diferentes niveles: Administración Central, Administraciones Autonómicas y Administraciones Locales.
Estos gastos incluyen también los sueldos que se pagan a los trabajadores de la Administración, así como el gasto realizado en llevar a cabo obras de carácter público.
Inversión: La inversión comprende la compra o adquisición de bienes con el objetivo de utilizarlos en un futuro en un proceso productivo para elaborar nuevos bienes y servicios.
- Compras de maquinaria y edificios.
- Establecimiento de inventarios o stocks.
- Gastos de capital utilizados por el sector público para adquirir bienes de inversión.
Hay que aclarar que la demanda interna de un país comprende los gastos de familias, Administraciones públicas y empresas, con independencia del lugar donde los bienes y servicios adquiridos se hayan producido.
¿Qué movimientos se pueden producir en la demanda interna de un país?
La demanda interna de un país puede aumentar o disminuir, dependiendo del nivel de confianza al consumidor.
Cuando un país tiene un buen nivel de crecimiento y una baja tasa de desempleo, como es lógico el consumo del país en general es bueno, por lo que nos encontraríamos ante una demanda interna elevada.
Para que este nivel de consumo de la demanda interna sea mediante la adquisición de productos nacionales los gobiernos toman medidas políticas que les permitan sustituir exportaciones por la producción nacional en los productos cuya importación sea muy elevada por parte de los consumidores.