Entendemos por deuda pública al conjunto de dinero que un Estado debe fruto de su endeudamiento para solucionar sus problemas de liquidez o para financiar sus proyectos a medio o largo plazo. Dichos recursos financieros los consigue a través de la emisión de una serie de títulos de valores que son colocados en los mercados nacionales o extranjeros.
Con Estado no nos referimos únicamente al gobierno central, sino que este tipo de deuda también puede ser generada por ayuntamientos, diputaciones provinciales o comunidades autónomas entre otros.
¿Qué tipos de deuda pública hay?
En el caso de España la deuda pública se puede clasificar en dos grupos, dos formas de emitir dichos títulos de valores.
- Letras del Tesoro: Las letras del tesoro son activos emitidos a corto plazo para financiar la deuda pública, dicho plazo suele ir de tres a doce meses. El importe mínimo para adquirir dicho crédito es de 1.000 euros, sin embargo, su precio de compra suele ser siempre menor ya que este tipo de letras normalmente se emiten al descuento. La diferencia entre el precio de emisión de la letra y el precio de reembolso es lo que gana el inversor y suelen ser emitidas en subastas que tienen lugar el tercer martes de cada mes. Este tipo de activos, al provenir de un organismo público como es el gobierno, cuenta con la garantía del mismo y se suelen considerar una de las inversiones financieras con menor riesgo y mayor liquidez, apto para los inversores más conservadores.
- Bonos y Obligaciones del Estado: Se trata de títulos de deuda de renta fija o variable en el que el emisor, en este caso emisor público, se compromete a devolver al inversor dicha cantidad con unos intereses que se caracterizan por ser explícitos, es decir, fijados previamente en la emisión, dichos intereses se conocen con el nombre de cupones. La única diferencia entre los bonos y las obligaciones son el plazo de reembolso de ambos. Los Bonos suelen emitirse a 3 y 5 años, mientras que las Obligaciones en torno a 15 y 30 años, es decir, estas últimas suelen tener un plazo mucho mayor.
Consecuencias de la deuda pública y su situación de España
A la hora de determinar la deuda pública de un país existe una dificultad, y es que resulta difícil cuantificar que es realmente deuda pública y qué no se considerada deuda pública. Esto se puede dar con el caso de las empresas que son públicas y se endeudan.
Que un país tenga deuda pública no es necesariamente malo, incuso se trata de una forma de desarrollo y crecimiento, puede realizarse para construir infraestructuras que requieran en un principio de una alta inversión pero que posteriormente dicha inversión se rentabilice.
En España la deuda pública ha subido en el pasado mes de noviembre de 1.067.852 millones a 1.069.876 millones de euros, por tanto, en el cierre de este 2015 la deuda ha representado un 98,95% del PIB de nuestra economía.