El equilibrio financiero es la capacidad que presenta la empresa para hacer frente a sus deudas en el plazo y vencimiento fijado, además de, conseguir el mantenimiento del ciclo normal de sus operaciones.
Para que exista equilibrio financiero la empresa tiene que tener liquidez y solvencia siendo las encargadas de hacer frente a los pagos y responder a las obligaciones y deudas, respectivamente.
El equilibrio financiero constituye uno de los principales objetivos que debe tener una empresa porque significará que es una empresa eficiente.
El equilibrio financiero es un estado de situación financiera de la empresa que se diagnostica a través del balance dependiendo de la distribución de sus recursos.
Qué situaciones financieras existen al estudiar el equilibrio financiero: Tipos de equilibrio financiero
Equilibrio financiero total o máxima estabilidad financiera
Es aquella situación de equilibrio financiero en el que el activo total se financia únicamente con los recursos propios. No existe pasivo en el balance por lo que tampoco deudas a pagar.
Equilibrio financiero o estabilidad financiera normal
Se dan dos condiciones:
- El activo corriente del balance es mayor que el pasivo corriente.
- La suma del patrimonio neto y del pasivo no corriente es mayor que el activo no corriente.
Es una de las situaciones de equilibrio financiero que más se da en las empresas.
Desequilibrio financiero o situación de inestabilidad a corto plazo
Las condiciones de esta situación de no equilibrio financiero son:
- El activo corriente del balance es menor que el pasivo corriente.
- La suma del patrimonio neto y del pasivo no corriente es menos que el activo no corriente
Ante esta situación de desequilibrio financiero se puede revertir con medidas como: ampliación de capital, venta del activo no corriente… para evitar una posible suspensión de pagos.
Desequilibrio financiero total o situación de quiebra
El patrimonio neto de la empresa es negativo por lo que la empresa al no tener recursos propios, se encuentra en situación de quiebra. Las causas de esta situación pueden ser diversas.
Esta situación de quiebra o desequilibrio financiero propicia la liquidación de la empresa en cuestión, y por ende, se procede a la repartición de activo entre los acreedores. Es muy posible que estos acreedores no consigan recuperar el 100% de la deuda que la empresa tenía con ellos.
El Fondo de maniobra es la magnitud que podrá reajustar, en su caso, estas situaciones de equilibrio financiero ya que se constituye como un fondo de seguridad entre los posibles desajustes en la estabilidad financiera de la empresa.