Un fondo de cobertura, en inglés Hegde Fund, también llamado Instrumento de Inversión Alternativa es un tipo de fondo de inversión organizado de forma privada en el que pocas personas se pueden permitir invertir, ya que el importe mínimo que se debe invertir es bastante elevado y el riesgo que se corre también; los fondos de cobertura buscan rendimientos absolutos y apenas tienen una regulación, aunque los agentes de bolsa o inversores que participan sí que tienen que cumplir la regulación aplicable a cualquier otro agente de bolsa.
Normalmente la gestión de los fondos de cobertura es llevada a cabo por empresas especializadas en inversión o bancos de inversión.
El objetivo de los fondos de cobertura es obtener rendimientos superiores a los fondos de inversión tradicionales u otras alternativas de inversión sin depender, en la medida de lo posible, de los mercados.
La mayor ventaja de los fondos de cobertura frente a los fondos de inversión tradicionales es que permite invertir en muchos más productos financieros aplicando diversas estrategias.
¿Cómo funciona un fondo de cobertura?
Los fondos de cobertura se estructuran en asociaciones formadas por un socio general que se encarga de administrar la cartera de inversión y una serie de inversores cuya actividad está limitada.
El funcionamiento de un fondo de cobertura es el siguiente:
- Varios inversores se juntan y ponen dinero en común para crear el fondo de cobertura.
- A estos inversores se les ceden acciones a cambio de una rentabilidad. Estos las venden para más tarde, cuando su valor haya bajado, volver a comprarlas y ganar así la diferencia.
- Una vez el dinero invertido se ha revalorizado se devuelve la inversión inicial a los inversores que componen el fondo de cobertura.
- El banco o gestor de inversiones que ha llevado a cabo la operación cobra la comisión que se haya pactado previamente.