Un impuesto progresivo es aquel impuesto por el cual la tasa impositiva aumenta a medida que aumenta la base imponible, persiguiendo un efecto redistributivo de los ingresos o gastos.
Objetivo del impuesto progresivo
El impuesto progresivo intenta reducir la incidencia de los impuestos que deben pagar las personas con menor capacidad adquisitiva.
El impuesto progresivo se aplica con frecuencia a los impuestos sobre la renta personal, donde las personas con mayores ingresos pagan un mayor porcentaje de esos ingresos en impuestos que las personas que disfrutan cuentan conde menores ingresos.
También se puede aplicar para el ajuste de la base imponible mediante exenciones fiscales, créditos fiscales o impuestos selectivos, que crean efectos progresivos de distribución.
Impuesto progresivo vs. Impuesto proporcional
Un impuesto proporcional es el tipo de impuesto contrario al impuesto progresivo. La tasa impositiva en un impuesto proporcional es siempre igual, no varía en función de que la base imponible que se debe tributar aumente o disminuya. Por lo tanto no hace distinción entre personas con mayores o menores beneficios.
Tipos de impuestos progresivos
De modo general, un impuesto progresivo aumenta al incrementar la base imponible, pero dentro de él podemos distinguir diferentes casos:
- Progresividad limitada o degresiva: el tipo impositivo crece al aumentar la base del impuesto, pero su crecimiento es cada vez menor.
- Progresividad ilimitada o absoluta: el crecimiento del tipo impositivo no está sujeto a ninguna limitación máxima.
- Progresividad continua: cada fracción de renta se liquida a un tipo impositivo distinto, por pequeña que sea la diferencia entre las rentas.
- Progresividad por escalones: el conjunto de valores que puede tomar la base impositiva se divide en una serie de intervalos a cada uno de los cuales les corresponde un tipo impositivo diferente. Esta progresividad es proporcional dentro de los valores de cada intervalo.
Críticas al impuesto progresivo
Sobre la progresividad de los impuestos existen diferentes críticas:
- Puede implicar discriminaciones dependiendo cual sea la unidad- contribuyente sobre la que se aplica el impuesto, suele gravar más a unidad familiar que a una unidad individual.
- La progresividad implica un grado de arbitrariedad en su fijación y modificación.
- Puede producir efectos desmotivadores sobre los incentivos al trabajo, ya que puede desembocar en el pago de un impuesto más elevado.
Ejemplo de un impuesto progresivo, el caso del IRPF
El ejemplo más claro de impuesto progresivo en España es el Impuesto sobre las Rentas de las Personas Físicas (IRPF), donde cada individuo debe pagar un mayor tipo porcentual cuanto mayores sean sus ingresos. En el IRPF, se dispone de una escala de tramos para la que se aplican distintos tipos crecientes al importe de la base imponible.
Por ejemplo, un ciudadano con una base imponible de 20.000 euros pagará un 20% de gravamen sobre los primeros 12.450 euros y un 25% sobre los 7.550 euros restantes.
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