La rentabilidad es la capacidad que tiene un determinado recurso financiero de generar beneficios, teniendo en cuenta la inversión necesaria que se ha tenido que efectuar.
La solvencia se refiere a la capacidad que tiene una empresa de obtener recursos para hacer frente a sus deudas con terceros.
Los dos términos, rentabilidad y solvencia, muestran la capacidad de la empresa para obtener beneficios, aunque no tienen en cuenta los mismos criterios para su análisis.
Solvencia y Rentabilidad: ¿Cómo se calcula?
Para medir la solvencia y rentabilidad de una empresa se utilizan ratios financieros.
Ratio de solvencia: Este ratio mide la capacidad que tiene una empresa para hacer frente a sus deudas con terceros. El ratio de solvencia nos indica en un momento determinado si la empresa tiene recursos propios suficientes para hacer frente a los pagos que debe llevar a cabo.
El resultado óptimo para este ratio sería un valor de 1,5.
- Si el resultado es < 1,5 indica que la empresa no es lo suficientemente solventa para hacer frente a los deudas que tiene a corto plazo.
- Si el resultado es > 1,5 indica que la empresa dispone de una gran activo corriente, como puede ser dinero en caja, que podría perder valor al no invertirlo para obtener rentabilidad.
Un gran desequilibrio entre el pasivo y el activo de la empresa puede generar problemas de solvencia para la misma.
Ratios de rentabilidad: Los ratios que se utilizan para medir la rentabilidad de una empresa son dos:
- Ratio de rentabilidad económica, que mide la capacidad que tienen el conjunto de activos de una empresa para generar beneficios.
- Ratio de rentabilidad financiera, que indica la rentabilidad que obtiene la empresa por haber realizado inversiones en recursos financieros.
Tanto la solvencia como la rentabilidad son utilizadas por las entidades financieras y las plataformas de financiación alternativa a la hora de evaluar a una empresa que solicita financiación.