Según la RAE, volatilidad es la “inestabilidad de los precios en los mercados financieros”. Es decir, volatilidad es lo que varía la rentabilidad de un activo financiero respecto de su media a lo largo de un periodo de tiempo determinado. La volatilidad en economía y finanzas se representa mediante beta (?).
El riesgo de precio de la volatilidad
Los productos financieros en forma de renta variable que pueden sufrir una alta volatilidad son aquellos cuyo rendimiento no es conocido de antemano, sino que necesitan ser vendidos para conocer dicha rentabilidad. De esta forma surge el riesgo de la volatilidad, o más conocido como el “riesgo de precio” de la renta variable; aunque también existen otros tipos de riesgos asociados a este tipo de productos financieros volátiles:
Riesgo de liquidez de la volatilidad
Es el riesgo que se corre cuando no es posible vender el producto financiero sin perder dinero.
Riesgo emisor de la volatilidad
Es la probabilidad de que la compañía que emite el producto financiero quiebre o entre en suspensión de pagos; si esto ocurre, es muy posible que los inversores vendan masivamente sus productos de renta variable, hundiendo el precio del mismo. Está formado por:
- Riesgos internos: Provocados por la actuación de la propia empresa.
- Riesgos externos: Derivados del entorno económico-político.
La volatilidad, por tanto, es la forma en que se mide el riesgo de precio; y puede causar pérdidas para el inversor, cuando este venda sus activos financieros por debajo del precio por el cual los compró.
Tipos de volatilidad
La volatilidad puede estudiarse desde diferentes puntos de vista. De esta forma surgen los distintos tipos de volatilidad de los activos financieros:
Volatilidad histórica
Es la forma en que varía la rentabilidad de un activo financiero en un periodo de tiempo determinado, respecto de la rentabilidad media de dicho periodo de tiempo. Es muy importante tener en cuenta que esta volatilidad depende de la variabilidad de la rentabilidad del activo, y no de su precio.
Volatilidad implícita
La volatilidad implícita, o también conocida como volatilidad de mercado, es el tipo de volatilidad que se estima que tendrá en un futuro un determinado activo financiero. Este tipo de volatilidad se calcula a partir del precio de un activo financiero en el momento de estudio. De esta forma, la volatilidad implícita o volatilidad de mercado es la proporción de la volatilidad implícito en el precio de un activo, cuando otros factores intervinientes (precio del ejercicio, precio subyacente, tipo de interés, etc.) en el cálculo de su precio son conocidos.
Volatilidad estocástica
La volatilidad estocástica se produce cuando dicha volatilidad cambia a lo largo del tiempo de forma desconocida o incierta. Para poder evaluar esta volatilidad se suelen utilizar modelos matemáticos de heterocedasticidad condicional autorregresiva, así como modelos de volatilidad estocástica.
Volatilidad determinista
La volatilidad determinista surge cuando no se producen cambios, o en el caso de que se produzcan, se puedan estimar sin error en la medida. Para poder calcular este tipo de volatilidad se utiliza la desviación típica de los datos que forman la serie que se está estudiando.
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