El cobro tardío de facturas es un problema que, si bien es inherente a ciertos servicios, compromete la liquidez de las empresas. Es momento de hablar sobre los descuentos de efectos, un mecanismo muy común, pero que requiere un abordaje completo con el fin de emplearlo en nuestro beneficio.
Qué son los descuentos de efectos
Estamos hablando de una operación financiera en la que se anticipa el cobro de una deuda. De este modo, la empresa acreedora puede recibir liquidez inmediata a cambio de abonar una comisión. Es una estrategia cada vez más usada y que cuenta con amplias posibilidades de éxito.
Para muchas compañías, resulta la única manera de mantenerse cuando hay varios clientes que no han abonado las facturas. De hecho, la acumulación de servicios no pagados es una de las circunstancias que provoca el quiebre o la inestabilidad en una corporación, así que debes evitarla a toda costa.
Tipos de descuentos de efectos
En función de la organización ante la que se soliciten y el del tipo de crédito necesario para incrementar el flujo de efectivo, podemos distinguir cuatro tipos principales:
- Bancario. La entidad asume el pago de una deuda y, si la empresa no consigue cobrarla, debe devolverla junto con los intereses que se apliquen.
- De factura. La empresa presenta el título de crédito para que se le adelante el capital que el deudor tiene que afrontar, y los intereses aumentan conforme lo haga el riesgo de impago.
- Financiero. Es similar a los dos anteriores, pero la deuda no se concibe como una unidad independiente, sino que forma parte de un préstamo contraído con anterioridad.
- De cheque. El capital está concertado, pero no liberado en el momento en el que se asume la deuda, sino que quien la contrae se compromete a tenerlo para una fecha acordada.
Aumentar el flujo de efectivo en la empresa
Con el objetivo de proteger la liquidez de la compañía y minimizar el impacto que tiene el riesgo de impago, conviene recurrir a otras estrategias de descuentos. Recuerda que los intereses suelen ser mayores cuando no está claro que el deudor vaya a hacer frente al capital pactado, con lo que debemos explorar opciones más eficaces, como el factoring y el confirming:
- Factoring. La corporación adelanta el cobro de las facturas pendientes para que el flujo de caja mejore de manera directa, automática y con menor reversibilidad.
- Confirming. La compañía acuerda el pago con los proveedores para evitar deudas subyacentes, pero queda garantizado siempre y cuando los acreedores anteriores abonen el capital.
La principal diferencia entre ambos es que el segundo no asegura que la liquidez sea inmediata. Sin embargo, tiene muchas posibilidades de éxito, así que es un proceso que deberías considerar.
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