¿Qué es la financiación no dilutiva y en qué se diferencia de la dilutiva?

Financiación dilutiva no dilutiva

Las fórmulas tradicionales de financiación parecen haber quedado atrás. En la actualidad, las compañías quieren mantener su liquidez, pero sin renunciar a la toma de decisiones. Como solución, han surgido mecanismos no dilutivos, que todavía siguen siendo desconocidos en cierto modo, incluso puede ser que para ti. En esta ocasión, te explicamos en qué consisten.

Financiación dilutiva y no dilutiva

¿Qué te parecería si te dijéramos que el flujo capital no tiene que estar de manera obligatoria vinculado a la participación? Obviamente, siempre hay que asumir algún tipo de riesgo para obtener el crédito, pero es posible reducirlo. Conviene analizar qué es la financiación dilutiva y la no dilutiva para conocer sus características e idoneidad:

  • La financiación dilutiva exige que los inversores obtengan acciones a cambio de su capital. Generalmente, están organizados en grupos con un interés común y actúan como una unidad, aunque no siempre tiene que ser así.
  • La financiación no dilutiva convierte a la compañía en deudora, con unos intereses sobre el capital que garantizan el mantenimiento de las participaciones por parte de su directiva actual, es decir, que no se cedan a inversores.

Tipos de financiación no dilutiva

Gracias a la posibilidad de diversificar el riesgo y no asumirlo en forma de acciones emitidas, esta opción ha ganado gran popularidad. De acuerdo con la tendencia del sector, estos son los tipos más comunes de financiación no dilutiva:

  • Deuda corriente. La empresa se compromete a abonar una cantidad —íntegramente o a plazos— antes de una fecha determinada y designa un patrimonio como aval de pago.
  • Deuda de riesgo. La entidad financiera solo obtiene participaciones en caso de que la empresa haya demostrado no ser capaz de pagar antes del momento que se había establecido.
  • Financiación con base en resultados. Conforme la compañía va creciendo, destina una parte de los beneficios a pagar a los inversores, pero nunca cede acciones.

Factoring

Los tres tipos anteriores son usados por empresas de todos los tamaños —tanto grandes como minipymes e incluso por startups—. Sin embargo, existe un cuarto que ha demostrado un elevado potencial para adaptarse al crecimiento económico positivo o negativo. Estamos hablando del factoring, que cumple con las siguientes características relevantes:

  • La anticipación de facturas para evitar que el plazo hasta su cobro perjudique al flujo de efectivo.
  • Permite a las compañías disponer de liquidez desde que las facturas se emiten hasta que llega su vencimiento.
  • Es compatible con la aplicación de intereses de demora a los acreedores, con independencia del tipo de cliente.
  • Permite poseer un líquido adecuado y equiparable al valor que tienen los productos o servicios proporcionados.
  • Contribuye a mantener el flujo de efectivo sin perjudicar la participación de los inversores principales en el negocio.

Gracias a la financiación no dilutiva, es posible mejorar la situación económica de la empresa sin perder la capacidad de control. Esta es una de las propuestas no convencionales o alternativas en las que, en MytripleA, estamos especializados. ¡Descubre ahora qué podemos hacer por tu empresa y cuenta con nosotros!

Alba Garcia

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