Los servicios de pago están experimentando un creciente impacto como consecuencia de la nueva directiva que será aprobada por la Comisión Europea. Quienes utilicen este medio para su actvidad —como será tu caso— deben conocer cómo les afectará en un futuro próxio. En este artículo te desvelamos todos los detalles.
Nueva directiva de servicios de pago
Un vistazo al sector financiero actual demuestra cómo la directiva PSD2 —la que se usa en este momento— ha quedado en cierto modo obsoleta. Los bancos, las entidades concedentes de capital y los proveedores de servicios de pago no son los únicos actores en el terreno. La incorporación más sonada son las fintechs, que vienen a demostrar la necesidad de una nueva regulación.
La Comisión Europea es consciente de ello, por lo que anunció en junio de este año el estudio de una nueva legislación como reemplazo. Está centrada en la digitalización, el blindaje informático y la integración con las nuevas plataformas financieras, también para el anticipo de facturas, con su aprobación previsible sobre el periodo 2025-2026.
PSD3 y su antecesora PSD2
Con la vista puesta en propósitos muy ambiciosos, la PSD3 pretende superar a la anterior en todas las facetas. Una de ellas es la sustitución del actual Open banking por el Open finance. ¿Qué significa esto? Te interesará saber que permitirá dar mayor libertad operativa a todos los proveedores de capital, con productos que antes solo los bancos concedían (seguros, inversiones, etc.).
Por otro lado, se dejará atrás el concepto eurocentrista de la PSD2. El propósito es extender su cumplimiento a las transacciones con países extracomunitarios, sobre todo, con los del ámbito SEPA y el Espacio Económico Europeo, pero también más allá de nuestro continente. Este control estará centrado en todos los productos financieros, más aún en cuentas bancarias.
¿Cómo se espera impactar mediante esta nueva normativa? Hay tres objetivos principales que se han propuesto las autoridades comunitarias y que, observándolos, vienen a redefinir más que a solo actualizar:
- Dar más accesibilidad y control de su información a la ciudadanía.
- Potenciar los mecanismos de autenticación de clientes y de pruebas de vida.
- Crear un entorno financiero en el que puedan convivir entidades bancarias y no bancarias.
Los servicios de pago
Una de las principales modificaciones estará centrada en los servicios de pago, que serán más accesibles y ágiles para las empresas. Quienes los gestionan y conceden, como hacemos en MytripleA, dispondremos de más herramientas para garantizar la seguridad a nuestros clientes.
Una de las operaciones que más se verán favorecidas es el factoring, esencial para estabilizar el flujo de capital y preservar la liquidez. Consiste en el adelanto de los cobros, del que nos hacemos cargo nosotros, mientras tú puedes mantener o no la responsabilidad sobre la deuda.
Esta será la nueva situación con respecto a los servicios de pago, desencadenada por un cambio de directiva que busca favorecer al consumidor y proteger a la empresa. La clave reside en garantizar un adecuado flujo de capital y minimizar las brechas de seguridad. En MytripleA apostamos por innovaciones como esta para nuestras soluciones de financiación alternativa. ¡Conócelas!