Entre las muchas soluciones financieras que existen hoy en día, los préstamos para empresa son una excelente alternativa. Sin embargo, hay que saber bien en qué casos es conveniente contraer esta deuda, ya que no todos los momentos son igual de oportunos para ello.
4 situaciones en las que es conveniente solicitar un préstamo
Las siguientes son situaciones que requieren un extra de financiación de empresa. Si te encuentras en alguna de ellas, entonces un préstamo puede ser una gran solución:
- Acceder al mercado internacional: Cuando una empresa se plantea salir del ámbito nacional y aprovechar las oportunidades que tiene el internacional, los gastos se disparan. No solo aumenta la inversión necesaria, también es posible que los ciclos de pago de los servicios prestados crezcan. Esto, que sucede especialmente en el periodo inicial de penetración en un nuevo mercado, puede paliarse con un préstamo.
- Crecimiento del capital de trabajo: Hay ocasiones en las que una pyme se enfrenta a picos de trabajo por nuevos encargos. En lugar de rechazar estos proyectos y mantener estancada a la empresa, es posible solicitar un préstamo y conseguir el capital laboral que se necesita.
- Crear un historial bancario: Esta es una situación preventiva. Cuando una compañía no ha solicitado nunca un crédito, es una completa desconocida para los bancos. Por ello, las condiciones de financiación a las que puede recurrir pueden ser peores. En este sentido, muchos expertos recomiendan solicitar un préstamo cuando todo marcha bien para devolverlo de la forma adecuada y mejorar la reputación crediticia de la empresa.
- Mejorar el flujo de caja: Cuando ya existe un crédito anterior al que le queda poco tiempo para ser cancelado, puedes acceder a nuevos préstamos con mejores condiciones para saldar la deuda anterior. De esta forma, se consigue un mejor flujo de caja en la empresa.
¿Mejor a corto o largo plazo?
Hay un detalle que va más allá de la situación en la que es recomendable solicitar financiación. Se trata del plazo para devolver el préstamo, lo que lleva a valorar los créditos a largo y a corto plazo.
Los últimos son los que tienen tasas de interés más bajas, pero obligan a realizar esfuerzos importantes en el corto plazo. Por ello, son una buena herramienta para casos como la entrada de un nuevo proyecto para el que se requiere un capital de trabajo mayor cuyo retorno será rápido.
En los casos en los que haya que afrontar planes de larga duración, como la adaptación a nuevos mercados internacionales, te conviene apostar por los primeros. Los préstamos para empresa a largo plazo tienen mayores tasas de interés, pero su exigencia de devolución es menor. De este modo, las cuentas de la empresa no se asfixian.
Con esta información seguro que tienes mucho más claro la conveniencia de los préstamos para empresa. Como has visto, hay situaciones en las que conviene solicitar este tipo financiación. Si aún tienes dudas, no dudes en contactar con MytripleA para que te asesoremos y estudiemos a fondo tu caso.