La gestión de impago de una factura comercial implica siempre una dedicación de tiempo y esfuerzo. Una buena gestión del riesgo puede conseguir que este problema se aminore.
Para evitar llegar al punto de una factura impagada es importante ser minucioso en el trabajo, y aunque parezca que la confianza va ligada a la cordialidad, cuanto más estrictos seamos en un primer momento más fácil será evitar futuros impago, o en su caso, gestionar las facturas impagadas de los clientes.
Hay que intentar anticiparse a esta situación, por ello vamos a ver varios puntos a seguir que te pueden ayudar a enfrentarte a un cliente moroso.
Consejos para evitar la gestión de impago de una factura de tu cliente
- Antes de establecer una relación comercial con un cliente nuevo, es importante que no des nada por sentado, infórmate sobre su actividad y la gestión de su negocio. Conocer la historia de la empresa y sus relaciones comerciales pueden anticipar problemas futuros. En ocasiones, es mejor perder un mal cliente que adquirir problemas financieros para tu empresa.
- Seguimiento continuado de tus facturas. Una vez establecida la relación comercial, realiza tus acciones con la mayor pulcritud. Realiza las facturas en el período de tiempo que corresponde e indica claramente el modo, la cuantía y el período de pago.
- Determinar claramente que incluye el trabajo y el método de pago. Es importante que establezcas claramente las condiciones del acuerdo. Así evitarás posibles malentendidos o puntos ambiguos.
- Archiva correctamente tus documentos. Conserva todos los documentos que dispongas para poder demostrar posibles impagos futuros de las facturas.
Pero, ¿Qué hacer si ya dispones de una factura impagada? A continuación te explicamos la operativa y los trámites a seguir para reclamar la factura a tu cliente.
Trámites en la gestión del impago de la factura de tu cliente
En primer lugar, asegúrate que realmente el cliente no ha realizado el pago de la factura. Puede darse el caso de que se te haya pasado un pago, que la entidad bancaria tarde a gestionar el trámite, o incluso, que tu cliente haya tenido un despiste. Por todo esto, el primer reclamo a tu cliente debe ser amistoso. Recuérdale la deuda de manera cordial, de otro modo puedes deteriorar una relación comercial que no te interesa.
Si el problema continúa, reclama la factura de manera oficial. Para esto es importante que quede constancia de la reclamación. Este procedimiento puedes realizarlo mediante una carta certificada con acuse de recibo o un burofax. Ten en cuenta que eres tú el que debes demostrar la deuda.
El siguiente paso puede ser el renegociar las condiciones de pago. Dependiendo de la cantidad y los motivos de impago de tu cliente, puede ser conveniente renegociar las condiciones de pago. En ocasiones esto puede ahorrar tiempo y evitar varias disputas.
Si todo lo anterior no ha funcionado, es el momento de llevar a cabo acciones legales y poner en marcha el procedimiento monitorio.
Procedimiento monitorio
Para comenzar un procedimiento monitorio es necesario que la deuda sea dineraria, exigible, determinada y que se encuentre en estado vencido. Además, Si el montante de la factura no supera los 2.000€ no es necesario que acudas a un abogado para el juicio.
La presentación de la solicitud tienes que realizarla en el juzgado de Primera instancia del deudor y dispones de un Modelo Normalizado de juicio monitorio del Ministerio de Justicia. El periodo de reclamación es de 3 años.
Cobro judicial
Si este procedimiento monitorio no ha sido satisfactorio, se puede ejecutar un procedimiento judicial para el pago de la factura. Para esta acción es necesario contar con un abogado. Por lo que debes de estudiar los costos que implican acudir a esta vía.
Por último te contamos la operativa que llevamos a cabo desde MytripleA para la prevención de impagos de las facturas y, en su caso, la gestión de impagos correspondiente.
¿Cómo realiza la gestión de impagos MytripleA?
Para el producto de inversión en factoring, los inversores adquieren los derechos de cobro de facturas empresariales a cambio de obtener una rentabilidad.
Los riesgos del producto de Factoring en MytripleA pueden ser de dos tipos, riesgo deudor y riesgo cedente.
El riesgo deudor, en muchas ocasiones, está cubierto por Crédito y Caución, compañía española de Seguro de Crédito. En este caso, si el deudor se declara insolvente de hecho o de derecho este seguro se hace cargo del pago de la factura a los 90 días de la fecha del vencimiento.
El riesgo cedente no está cubierto por el Seguro de Crédito. A continuación te contamos las acciones que lleva a cabo MytripleA Factoring para minimizar el riesgo:
- Rating. Se realiza un análisis para cada una de las empresas de cada operación.
- Cesión global. Para minimizar el riesgo operativo y del cedente siempre se realiza una cesión global de todas las facturas entre el cedente y el deudor.
- Verificación. Según criterios internos de MytripleA, las facturas se verifican y se someten a procedimientos internos de control.
- El riesgo final en esta operación lo asume el cedente.
En este segundo caso o por otras causas de impago, MytripleA Factoring tiene recurso contra el cedente y se ocupará de realizar todas las gestiones oportunas para la recuperación de la inversión. Donde se incluye las acciones ejecutivas y judiciales contra el cedente.
MytripleA Factoring no puede garantizar el 100% de las inversiones en este producto, por lo que siempre se recomienda la diversificación.
Y si los clientes de tu negocio te aplazan el pago, puedes anticipar las facturas a través de MytripleA.