¿En qué consiste el «reverse factoring»?

Reverse factoring

Conseguir liquidez es una de las necesidades más acuciantes de cualquier empresa y el reverse factoring es una gran solución para ello. ¿Conoces este modelo de financiación?

Reverse factoring

Reverse factoring: concepto y tipos

Puede que hayas escuchado en alguna ocasión el término confirming, muy empleado en las fintech. En la práctica, es lo mismo que el reverse factoring. Esta forma de pago resulta muy positiva tanto para el comprador como para el proveedor. Es la parte que adquiere el producto o servicio quien hace uso de esta fórmula para abonar las facturas que recibe. No obstante, la parte vendedora tiene que estar de acuerdo con ello.

Cuando se recibe una factura, se envía al intermediario financiero. Este la analiza, decide su aceptación y, en caso afirmativo, transfiere el dinero al proveedor con un descuento.

¿Cuáles son las ventajas?

El funcionamiento del reverse factoring tiene repercusiones en ambas partes. Por un lado, el comprador tendrá un plazo mayor para hacer frente al pago de la factura, que hará directamente a la entidad que ha aceptado la factura del comprador. Esto es algo que resulta crucial si en ese momento determinado no tiene la liquidez necesaria. Por otra parte, el proveedor recibirá casi inmediatamente el pago de sus productos o servicios a cambio de un porcentaje de comisión que se queda el intermediario.

La principal consecuencia para el emisor de la factura es un flujo de caja mucho más eficiente. El hecho de no tener pagos pendientes con los clientes hace que resulte más sencillo administrar los recursos disponibles y realizar compras o inversiones que estuviesen previstas.

Tipos de reverse factoring

Podemos distinguir tres tipos diferentes en función de quién sea la parte que asume el riesgo de la operación:

  • Con recurso. Cuando se hace uso de esta modalidad, el proveedor es quien asume el riesgo de impago. Por lo tanto, aunque en un primer momento reciba el importe del pedido, cuando la fecha de vencimiento llegue, si el comprador no paga a la entidad que adelantó el dinero, esta cargará el importe nuevamente al vendedor.
  • Sin recurso. La entidad financiera será quien se haga cargo del riesgo. Si el comprador no paga en plazo, perderá el dinero y tendrá que reclamarlo por otras vías.
  • De pronto pago. Es el más habitual. Toda la responsabilidad la asume el comprador.

¿Qué empresas pueden hacer uso de este método de pago?

Las opciones de financiación que ofrece este sistema de pago son válidas para casi cualquier empresa. En concreto, aquellas que tienen dificultades para acudir a los mercados financieros son las que más se benefician de esta modalidad. No obstante, la solvencia es un aspecto que se suele considerar y, por ello, hace que resulte más fácil que se acepten las facturas.

Como ves, el reverse factoring puede ser la solución más eficaz para conseguir financiación de forma rápida, según el caso. En MytripleA contamos con productos adaptados a todas las empresas para ayudarlas a mitigar sus problemas de liquidez. ¡Ponte en contacto con nosotros!

Alba Garcia

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