La financiación no bancaria para las empresas puede entenderse como la necesidad de buscar alternativas de crédito más allá de las entidades convencionales. Sobre todo, desde la entrada en vigor de la ley de fomento de la financiación empresarial en el año 2015. Pero ¿qué tipos existen y qué ventajas ofrecen? A continuación, te las explicamos en detalle.
Tipos de financiación no bancaria
La financiación alternativa puede proceder de una gran variedad de fuentes. Generalmente, de fondos públicos y, mayormente, de inversores particulares, que suelen ofrecer su dinero a cambio de una determinada rentabilidad o de una participación en futuros beneficios.
A la hora de buscar financiación para tu empresa más allá de los bancos, has de tener en cuenta que existen estos tipos:
- Crowdlending. La opción más habitual. Se trata de préstamos entre particulares, ya sean a nivel individual o colectivo. Los intereses se pactan en función del riesgo de la inversión.
- Crowdfactoring. Aquí hablamos del anticipo de facturas a cambio de un descuento. Por ejemplo, si “vendes” una factura de 500 € a un particular o empresa por 400 €, el comprador se quedará con 100 € de beneficio al cobrarla, pero tú obtendrás el dinero cuando lo necesitas.
- Crowdfunding. También conocido como micromecenazgo. Un conjunto de usuarios particulares abonan una pequeña cantidad de dinero a cambio, por ejemplo, de ser los primeros en probar el producto u obtener otro tipo de beneficio.
- Capital riesgo. Son fondos de inversión que invierten, principalmente, en empresas de alto riesgo, como son las startups y las pymes en sus primeras fases de desarrollo.
- Business angels. Los ángeles inversores son particulares que financian proyectos empresariales. No solo ofrecen su dinero, sino también su experiencia en la materia.
Ventajas de la financiación alternativa
Sin duda, cualquiera de las opciones descritas anteriormente te resultará muy útil para combatir la falta de liquidez de tu empresa. Pero ¿qué ventajas ofrecen respecto a la financiación bancaria? Vamos a verlas:
- Flexibilidad. Las condiciones de la inversión serán el resultado de la negociación de ambas partes que, por lo general, suelen ser menos exigente que con un banco o ente público.
- Agilidad. La tramitación del préstamo es prácticamente inmediata. Presentas tu proyecto, negocias las condiciones y, si todo va bien, tienes el dinero. Nada de papeleos ni de burocracia.
- Sin costes de gestión. No suele haber intermediarios ni se aplican comisiones de apertura, amortización parcial o cancelación.
- Muchas opciones disponibles. Hay un sinfín de particulares y fondos ansiosos de buscar oportunidades de inversión.
- No se registra en la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE). Por lo tanto, no te limita a la hora de solicitar otros créditos, ayudas o subvenciones.
En resumen, la financiación no bancaria te ofrece una gran variedad de beneficios respecto a las entidades de crédito convencionales. Por ello, desde aquí te invitamos a visitar la web de MytripleA y conocer en profundidad todos los servicios que ponemos a tu alcance. ¡Ponte en contacto con nosotros y saca adelante tu proyecto empresarial!